Pescaleon
PESCA en LEON
más que un deporte

Ultimas noticias - click para ampliar


Cargando noticias...
¿Se debe modificar el sistema de sorteo de cotos?




Total de votos actuales : 62     
El tiempo actual en León
El tiempo actual en León



Pesca & Suelta
Ríos Vivos
Ríos Limpios


JUEVES, 25-MAYO-2006

Grandes desoves perdidos

Con una población tan abundante, los frezaderos de aquellos años en las cabeceras de los pantanos y en los ríos controlados parecían grandes romerías o fiestas importantes

FirmaOrdoño Llamas Gil Lugarleón

Eran otros tiempos en que los pescadores y el servicio de Icona nos comportábamos como los nuevos ricos, pues nunca habíamos visto frezaderos tan grandiosamente poblados de ejemplares de truchas grandes¿ enormes. Fue la época en que se acababan de inaugurar varios pantanos en toda la vertiente sur de la cordillera Cantábrica, y la explosión demográfica había obrado el milagro de los peces, y nadie sabía cómo reaccionar ante la avalancha de truchas que parecía que iban a salir a pacer fuera del agua. ¿Qué preocupación podíamos tener si estaba demostrado que cada temporada había más y más grandes? Nadie pudo imaginar la similitud de estos años con los de las vacas gordas de la Historia Sagrada y la siguiente época de las vacas anoréxicas, aunque fuera por diferentes motivos. La previsión no era necesaria. Sólo teníamos que dedicarnos a explotar un bien que nos había caído del cielo, y que podía dar mucha fama (como dio) a una provincia que nunca había figurado en los primeros puestos europeos como lugar imprescindible e insuperable para practicar la pesca de la trucha. Eran los días en que hablar de Carrizo de la Ribera, Santa Marina del Rey, Sardonedo, Rioseco, Selga, Barrios de Luna, Villafeliz y todo el curso del Luna-Órbigo representaban el súmmum de la capacidad de vida en el agua. Luego vendrían a hacerles la competencia los no menos paradisíacos enclaves del río Porma, con Vegamián, Cerezales, San Cipriano y El Condado.

Estábamos tan convencidos de nuestra superioridad que no tuvimos ningún empacho para organizar un concurso que denominamos Semana Internacional de la Trucha, por acudir a él algunos pescadores extranjeros, preferentemente franceses, pioneros de la pesca con látigo. El citado concurso (o campeonato) aún subsiste, aunque devaluado año tras año por las pandemias causadas por la contaminación de las aguas y el precio de las truchas, los furtivos y la presión pesquera, siendo maquillado algunas fechas antes de su celebración inyectándole repoblaciones puntuales con truchas de pienso, que cumplirán su cometido de mordedoras inocentes de todo lo que se mueva en el agua. Los extranjeros parecen haberse olvidado ya de nuestra preponderancia.

Sobraban Con una población tan abundante, los frezaderos de aquellos años en las cabeceras de los pantanos y en los ríos controlados se parecían a las grandes romerías o fiestas importantes (La Virgen del Camino, El Rocío, las Fallas) donde la multitud no tiene cabida en los recintos y siguen llegando individuos sin control, que se pegan por conseguir un espacio en el lugar elegido, para desovar en este caso, pero tienen que seguir subiendo a otras tablas o raseras hasta conseguirlo. Las nuevas generaciones de pescadores podrán pensar que les estamos contando un cuento de Las mil y una noches y que son situaciones que no se han producido nunca. Voy a enumerar algunas concentraciones de las que he sido testigo presencial:

Río Luna: En la tabla situada entre el pantanín o retén de Selga y La Magdalena, exactamente donde confluye el río Oterito con el Luna, se amontonaban todas las grandes truchas de este retén, ocupando toda la tabla y subiendo muchas todavía a las raseras superiores. La distancia entre el principio y el final del grupo más importante podría ser de 500 metros, sin contar otros pequeños grupos. Cuando se cometía la ignorante y arbitraria decisión de abrir la veda de la trucha a primeros o mediados de marzo, se hallaban todavía allí todas desovando tranquilas y se encontraban con que un determinado amanecer las orillas se llenaban de pescadores, cada metro uno, lanzando cucharillas grandes al fondo y dando tirones para engancharlas por la barriga o cualquier otro sitio del cuerpo. Ejemplar pesca deportiva. Río Luna: Coto de Villafeliz de Babia. Aquí también estaban desovando el día que se abría la veda en marzo, y recuerdo perfectamente tres lugares donde había frezaderos y se acumulaban las truchas para cumplir su función. Uno era en la tabla que atraviesa el puente de Rabanal de Luna. Toda la rasera en su orilla derecha estaba cubierta de truchas removiendo el fondo de grijo blanco para depositar sus huevos. Otro fregón en el lugar donde el río lamía la tapia o valla de una huerta con su casa, que no dejaba pasar a los pescadores, estaba tan concurrido que cuando lanzabas la cucharilla siempre traías algún ejemplar de buen tamaño, que al cogerlo expulsaba infinidad de huevas si era hembra o esperma si era macho, quedando luego con la tripa flácida. Por esta causa dejábamos de pescar en estos lugares para buscar truchas ya desovadas. El tercer lugar donde las encontrabas concentradas era por debajo del puente de Villafeliz de Babia. Probablemente bastantes de estas truchas habrían subido desde el pantano a desovar, y teniendo en cuenta que desde Rabanal hasta la cola del pantano hay bastante distancia, lógico es suponer que en este tramo estarían repartidos muchos otros frezaderos de mayor importancia que los descritos.

Río Porma: Todo pescador que haya conocido la época esplendorosa del pantano de Vegamián, donde las truchas se contaban por cientos de miles, y de tamaños que pasaban casi todas de un kilo de peso, habrá podido imaginarse los atascos de circulación que tenían que atravesar estas truchas en la época del desove para subir a los ríos o riachuelos que desembocan allí. Preferentemente en la cabecera por donde entra el río Porma, desde esta entrada, pasando por Camposolillo hacia arriba, en toda la zona donde ahora se ha hecho una escala para peces, y subiendo aún más. De toda esta exhuberancia no queda ni siquiera la décima parte, aunque todavía pueden verse en su época algunos grupos desovando.

Como para muestra basta un botón, podemos suponer que muchos otros lugares de estos pantanos y ríos controlados tuvieron concentraciones similares a las descritas, y también algunos años permitiéndose la pesca en plenos desoves y, como siempre, con veda y sin ella a merced de todos los furtivos de todas las comarcas, sin vigilancia efectiva que impidiese sus incursiones nocturnas. ¿Hay alguien que pueda imaginar la cantidad de truchas que se sacaban en pleno desove, enganchadas por la boca, por la barriga, por las aletas, por cualquier lugar que tropezase con un anzuelo, sólo porque se abría la veda a destiempo? Más imaginación se necesita para calcular las extraídas por los furtivos, que nunca dejan estadísticas de su labor. Pero, sobre todo ¿qué imaginación puede abarcar la cantidad de cientos de miles (probablemente millones) de huevas perdidas con este criminal trasiego de truchas preñadas y sacrificadas en contra de todos los cánones de pervivencia? ¡No importa, sobraban!



Fuente: www.diariodeleon.com · © El Diario de León, S.A.

Origen: http://www.diariodeleon.es/hemeroteca/imprimir_noticia.jsp?CAT=105&TEXTO=4800897


No exiten comentarios sobre esta noticia.

Para enviar un comentario, es necesario estar registrado en el foro pescaleon



Página visualizada el Domingo, 05 de Mayo de 2024 a las 07:49:40
Conexión desde 18.117.196.184


El Canto del Gallo

Chalet junto al Órbigo

Taller Agustin González

Patagonia Chilena
 
 Aviso Legal
 Confidencialidad de Datos
 Política de Cookies
 Publicidad en Pescaleón>
 
Contacta
 Síguenos en Facebook
pesca & sueltaRíos VivosRíos Limpios

¿ Estás registrado en Pescaleón ?
   S͍  - Identifícate
   NO - Regístrate, es gratis

Haz click para entrar